domingo, 19 de septiembre de 2010

DI NO AL MALTRATO INFANTIL



Existen muchos modos de maltratar a un niño, y ninguno de ellos es aceptable. Con maltrato nos referimos tanto a los golpes físicos como a los emocionales. Pero también a temas como el abuso sexual o las situaciones de abandono. Si dejamos aparte el abuso sexual, cuyos hechos están estrictamente delimitados desde un punto de vista moral y legal, saber cuando se produce una situación de negligencia explícita por parte de los padres es muchas veces una tarea difícil. Podemos establecer que existe un maltrato físico cuando el niño recibe daños corporales que no son accidentales. Una bofetada aislada no es considerada una situación grave, un cachete tampoco… otra cosa es que sea un método pedagógico adecuado. Pero las bofetadas y cachetes continuados sí responden a una situación de castigo físico.

Los insultos, los rechazos, la indiferencia, la desatención, la represión o la hostilidad son también situaciones de maltrato, en este caso emocional. Si no tratamos a nuestros hijos como nos gustaría ser tratados a nosotros, estamos creando futuros adultos traumados y con dificultades para las relaciones sociales. Que, además, es muy probable que repitan los mismos esquemas que han aprendido en el ámbito familiar (su primera relación con el mundo). A veces los padres, a causa del estrés o el cansancio que conlleva llevar adelante una casa, pueden vehiculizar sus emociones negativas sobre los niños. También es probable que problemas internos reprimidos por parte de los progenitores se liberen sobre aquellos que menos culpa tienen.

Hay que tener en cuenta que lo que hoy consideramos maltrato hace años era una práctica normal. También es cierto que las sociedades evolucionan y las normas éticas y morales se modifican con el tiempo. Ya no es lícito que un profesional de la educación castigue o golpee a un alumno, como tampoco lo es que los niños trabajen. Para establecer las bases sobre las que debe reposar la infancia se creó La Declaración Universal de los Derechos del Niño, que establece una serie de pautas universales. Sin embargo, como todo lo que se escribe sobre un papel pero que no va acompañado de medidas sociales, las situaciones de maltrato se suceden día tras día. El trabajo infantil sigue existiendo y hay miles de niños no escolarizados.

Hay países en los que sigue existiendo el trabajo infantil

Sin embargo, no hace falta ir muy lejos para poder constatar este hecho. En nuestro país rara es la semana que no nos despertamos con algún nuevo caso de pederastia, de abandono o de malos tratos. Sin contar con los niños que viven situaciones hostiles difíciles evitar, donde la frontera entre el maltrato y la disciplina se diluye. Asimismo, las situaciones de estrés emocional y de miedo son más comunes de lo que nos gustaría pensar. Por todo ello, dí no al maltrato infantil y denuncia cualquier situación de vejación de la que seas testigo. Existe también un teléfono del menor al cual recurrir, donde los niños pueden llamar con tal de recibir ayuda ante cualquier síntoma

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